Por mi calle,
vendedor de limones,
pregones amarillos como medio día;
Por mi calle,
tropa de niñas y pandorgas,
mujeres amarillas;
Por mi calle,
saltaba tu pollera violeta,
tus muslos de madera clara;
Por mi calle,
limoneeeesss, limonessss ¡¡¡
para niñas sin amores ¡¡¡
Por mi calle,
tu comprabas limones
y corazones.
yo creo que ese vendedor, me deberia obsequiar los limones, y no cobrarme mas que una sonrisa.
ResponderEliminarlos corazones, eso me interesa, por mi calle no pasan esos vendedores.
abrazos internacionales, jajajaja
Sabina
buenas imágenes y sensaciones...
ResponderEliminarun abrazo