martes, 31 de mayo de 2011

Uno... (como el tango)

uno va por ahí,
por la vida
silbando un tango olvidado
y se cruza con una pebeta,
rubia, morocha,
no importa,
se le nacen a uno
fardos de versos
y después,
después se apagan
cuando no los lee,
no son una letanía
mis versos,
es casi una porción de realidad;
Necesito quien sienta bajar los versos
como si un trago de licor,
como costando tragar,
que le brillen los ojos y el alma
y esta noche
aunque la noche de todos,
compartir ciertas cosas,
vernos del mismo modo
vestirnos en esa piel,
del latido de las olas
por recordar cómo era
por imaginar cómo se siente
como se siente el mar
como atrapa los ojos
el corazón
y las ganas
como atrapa cada parte de uno
y como desea uno salir a compartirlo
como si pudiera llevar todo el mar en el pecho.

cancion ...

"y el mar llamando a tu ventana
como piedritas de noche,"


Necesito versos como palomas,
piedritas blancas de aire,
leves y profundas como sueños;

y no es la noche negra fría,
es la noche gris plomo,
cálida,
marina,
y en el aire el latido cansino de las olas.

Necesito hundirme en el tiempo y la tierra
como en el agua mansa,
dejarme ir,
navegar costas de caricias,
cabellos,
sonrisas,
buscar miradas distantes,
sueños,
solo sueños,
algún olvidado rincón;

y no es la noche negra fría,
es la noche gris plomo,
cálida,
marina,
y en el aire el latido cansino de las olas.

Creí quedarme sin versos
sin embargo
vienen como llega la noche
caminando lento,
lento,
ocupan toda la habitación,

y no es la noche negra fría,
es la noche gris plomo,
cálida,
marina,
y en el aire el latido cansino de las olas.